PATRIMONIO MERIDEÑO: UNA MIRADA GENERAL A LA HISTORIA NATURAL Y CULTURAL
Carlos Chacón Guillen
Archivo General del EstadoBolivariano de Mérida.
Resumen
El artículo a continuación muestra de una manera generalizada la formación y desarrollo del “ser cultural merideño” en el estado Mérida, un espacio que con el pasar del tiempo ha ido moldeándose a partir de tres facetas en juego: la migración española y africana (forzosa) a partir de asentamientos constantes después del siglo XVI; la interculturalidad que nace entre esos asentamientos y la costumbre autóctona; y por ende, las oleadas migratorias en el siglo XX. Con esto, costumbres y tradiciones fueron conjugando un nuevo ser cultural que es el resultado de mezclas constantes. Asimismo, su arquitectura, su arte, su edificación, su religión y por supuesto, una forma de comportarse ante una u otra situación.
Gracias al estudio del patrimonio natural y cultural, podemos ir observando a lo largo del artículo cómo ambas actúan en el nacimiento del merideño actual, con él, un conjunto de escenarios que responden a su geografía social (clima, vegetación, desarrollo económico a partir de la agricultura, ganadería o la época petrolera, y demás) y a costumbres heredadas: idioma, vestido, gastronomía, religión.
Palabras claves: patrimonio, historia, Mérida, cultura, sociedad
Introducción
La historia es el común denominador de los pueblos del mundo, en ella se adhiere todo tipo de recuerdos, cuentos, hechos y hasta anécdotas que les sirvió a los antepasados para dar a conocer el desenvolvimiento de su sociedad. En el presente, la tecnología, los centros de enseñanza, los grupos de investigación y las universidades han mostrado un abanico de herramientas para demostrar la fiabilidad de esos recuerdos, cuentos y anécdotas; pero también necesita la historia un conjunto de ciencias auxiliares para llevar dicho suceso con detalles auténticos, reales, y muchas veces, únicos. En esta oportunidad queremos mostrar la unión de dos formas en la que se puede entender el desarrollo de los pueblos: una, la natural: los aspectos físicos, lo geográficamente estudiado y establecido por los investigadores; dos: lo creado por el hombre y la mujer, lo palpable, donde la imaginación creativa del ser humano ha dejado una huella perenne. Ambas forman parte del patrimonio de la humanidad.
En este sentido, deseamos interpretar las distintas miradas que han impactado en el desarrollo cultural del hoy estado Bolivariano de Mérida en algunos trazos del tiempo: por un lado, tendremos la visión de un viajero y estudioso alemán que con afán recorrió casi todo el país en un tramo del siglo XIX. Sus diarios están repletos de esas anécdotas que sirvieron para que conocieran en partes de Europa lo interno de un país consumido por la guerra de guerrillas que se presentó desde 1810 en adelante. Cabe mencionar que, se tomó sólo algunas citas de su estadía en Mérida para observar la visión del otro, del extranjero con respecto a la sociedad merideña en tres zonas físicamente diferentes: Lagunillas, Jají y Mérida.
Una segunda mirada nos lleva sólo a nombrar algunas características de una de las poblaciones aborígenes más antiguas que se acentuaron en la hoy ciudad de Mérida, una historia escondida, poco estudiada y muchas veces negada por la historia “blanca” o colonial. Aquí veremos únicamente trazos de una sociedad “moderna” en tiempos pre-hispánicos, y lo más relevante es que, aún muchas de sus costumbres permanecen entre nosotros, sobre todo parte de su lengua y simbología. Una tercera mirada nos anclará la apertura económica que tuvo la naciente república a partir de 1830, y que se vio directamente marcada en poblaciones de la provincia de Mérida por sus características físicas: los suelos fértiles, el agua y las semillas, pero también por una tradición ancestral: el trabajo agrícola sostenido. “La Casa Burguera”, establecida en la hoy ciudad de Tovar sin duda alguna desarrolló el mercado cafetalero en tiempo récor, pues después de diez años el desenvolvimiento de la zona sur, y el nacimiento del eje cafetalero en la provincia amplió más que una sociedad motivada al comercio y sus vinculaciones desde ese momento con el resto de la República de Venezuela, sino que surgió a partir de hechos económicos como la venta del café, toda una gama de aspectos que tuvo a Tovar y a la provincia de Mérida como centro de las relaciones comerciales con los Llanos, con el Zulia, con resto de los Andes, y con Colombia. Este hecho marcó la apertura de caminos para el traslado del rubro, lo que dio paso al nacimiento de poblados que hoy se convirtieron en nuevas parroquias y municipios.
Estas miradas dentro de su diversidad son parte del recuerdo y del patrimonio pasado, pues entendemos que el patrimonio es toda manifestación artístico-cultural, pero también es un hecho económico, pues impacta directamente en la evolución de la comunidad y de la región, y a su vez, puede que determine sociedades por alguna característica primordial o resaltante, ya sea en el plano cultural: alguna obra de arte, una obra arquitectónica, una obra musical, una manifestación cultural: baile, teatro, cine, literatura, u otra forma de expresión artística; o desde el plano natural-físico: montañas, ríos, suelos, tierras y demás aspectos que confluyen o determinan en muchos casos el comportamiento del individuo y el entorno.