Educación para proteger el Patrimonio Cultural y Natural del Estado Mérida.
Lic. Rosana Rangel Sánchez
DPP Archivo General del Estado Mérida
Según la Ley de Defensa y Protección del Patrimonio
Cultural se considera patrimonio cultural todos los bienes de interés
cultural por sus valores históricos, artísticos, arqueológicos o sociales, que se encuentren en el territorio nacional.
Este Patrimonio está conformado por bienes muebles e inmuebles de cualquier época pertenecientes al Estado, a los municipios o
a personas jurídicas públicas que se encuentren en museos o en lugares
públicos; igualmente, los bienes culturales privados. Asimismo, se considera
patrimonio cultural los sitios que por sus valores tradicionales, naturales,
típicos, arquitectónicos o arqueológicos
deben ser protegidos y
conservados por cuanto constituyen el reflejo de la memoria histórica urbana y
rural. En consecuencia, y por mandato expreso de la Constitución
de la República
Bolivariana de Venezuela y de las leyes relacionadas con la
cultura, las autoridades (especialmente
gobernaciones y alcaldías) mediante programas de educación e información, deben
estimular el conocimiento, el respeto y aprecio por nuestro Patrimonio Cultural,
en el cual se encuentra inserto el Patrimonio Documental.
Por lo tanto,
en todos los niveles educativos se debe promover acciones para educar y
concienciar dentro y fuera de las escuelas en relación con el respeto que se
debe prodigar a las representaciones culturales, así como mantener en el
devenir las particularidades resaltantes de nuestras ciudades y pueblos. A la par, los gobiernos regionales y
municipales deben facilitar sus espacios para difundir no sólo bailes y
tradiciones populares; que es lo que generalmente se presenta, sino también
hacer hincapié en las referencias arquitectónicas, religiosas, arqueológicas,
documentales, pictóricas, y. por supuesto, defender la naturaleza, al lado de
lo cultural, a través de conferencias, charlas, encuentros, videos y en
jornadas locales, nacionales e internacionales. Insisto en las escuelas porque
normalmente se programan estos eventos solo para especialistas en la materia,
olvidando siempre a los niños a quienes se les debe inculcar amor, conciencia y
respeto por el Patrimonio Cultural y Natural. En cuanto al área turística, se
debe estructurar programas que permitan a los visitantes conocer nuestro
patrimonio cultural en conjunto y no de manera individual como hasta ahora se
ha venido haciendo.
El 16 de septiembre de 1810
Zoraima Guédez Yépez
Archivo General del Estado Mérida
Los acontecimientos
políticos que ocurrieron en España, la ocupación de casi todos los reinos y
provincias por las tropas francesas y la prisión del Rey, tuvieron repercusión
en las provincias americanas, llevando a la formación de Juntas Conservadoras
de los Derechos del ReyFernando VII en la mayoría de ellas. En Mérida no fue
sino hasta el 16 de septiembre de 1810 cuando se conformó la Junta a instancia
del comisionado de la Junta Suprema de Caracas, Luis María Rivas Dávila. Una
vez recibidas las noticias provenientes de Caracas y Santa Fe,el Ayuntamiento merideño
convocó a un cabildo abierto con la participación de los diferentes sectores
que hacían vida en la ciudad: eclesiásticos, militares, hacendados y
comerciantes,para tratar la situación política existente.
Luego de leídas las comunicaciones traídas por el
comisionado,la asamblea decidióque se conformara una Junta Depositaria de la Soberanía y que todas las autoridades coloniales
cesaran en sus cargos. Con este fin, se nombraron representantes de todos los
sectores quienes tenían la responsabilidad de elegir a los doce miembros que
compondrían la Junta.
La asamblea nombró
como electores a seis merideños. Como representantes del pueblo fueron elegidos
el Presbítero y Doctor Antonio María Briceño y el Br. Lorenzo Aranguren; el
clero quedo representado por el Presbítero y Doctor Mariano de Talavera; los
militares escogieron al Sargento Lorenzo Maldonado; los hacendados a Vicente
Campo Elías y el gremio de los comerciantes a José Arias.Estos ciudadanos fueron los encargados
de realizar la elección mediante votación secreta de los doce vocales
encargados de constituir la Junta Superior Merideña o
Junta Patriótica, además de firmar el Acta de electores conocida como el Acta de Independencia de Mérida.
Los designados para constituir dicha Junta fueron:
Antonio Ignacio Rodríguez Picón, Mariano de Talavera, Doctor Francisco Antonio Uzcátegui,
Doctor Buenaventura Arias, Juan Antonio Paredes, Don Vicente Campo Elías,
Doctor Antonio María Briceño, Blas Ignacio Dávila, Fermín Ruíz Valero, Henrique
Manzaneda y Salas, Bachiller Lorenzo de Arangureny Presbítero Reverendo Padre
Fray Agustín Ortiz. De estos doce miembros fueron elegidoscomo presidente,Antonio
Ignacio Rodríguez Picón;como vicepresidente el Doctor Mariano de Talavera y Lorenzo
Aranguren como secretario,quienes juraron defender la religión, los derechos
del legítimo Soberano Fernando VII y su legítima dinastía y los intereses de la
patria.
Una vez constituida la Junta Superior de Mérida, ésta
asumió la autoridad de la Provincia.Tomo una serie de medidas para una mejor
gestión administrativa, entre las que destacan la organización de la provincia,
creando tribunales, comisiones y empleos acordes a la nueva situación de
autonomía que ostentaba;disposiciones en el ámbito económico que permitieran la
correcta administración de los recursos y la apertura de vías de comunicación
así como, obras para la defensa.En el plano educacional decretó la protección
económica al Colegio Seminario y la erección de la Universidad de San
Buenaventura.
De esta forma, la Provincia de Mérida se sumó al proceso
emancipador al declararse independiente y autónoma.
Roberto Picón Lares, un destacado merideño.
Lcda. Neida Durán
DPP Archivo
General del Estado Mérida
El
Estado
Mérida siempre se ha distinguido por ser cuna de hombres de
pensamiento, de personajes ilustres, uno de ellos, Roberto Picón
Lares. Nació en Mérida
el 2 de agosto de 1891, hace 122 años; hijo de Gonzalo Picón Febres y
Josefa Antonia Lares Paredes. Abogado,
destacado poeta e historiador, cronista,
periodista, diplomático, profesor universitario y Rector de la
Universidad de Los Andes.
Como
excelente
orador pronunció uno de sus más importantes discursos en el salón de
usos múltiples de la Universidad de Los Andes, con motivo de la entrega
de su cargo de rector al Doctor Florencio Ramírez el 14 de
marzo de 1936. Allí, además de presentar
un balance positivo de su gestión, describió
la ciudad de Mérida resaltando que la Universidad contaba con otros
atributos en su apariencia y
patrimonio, entre otros, la merideñidad,
la cual mostraba con entrega y pasión. Su talento siempre se hizo
presente en
conversaciones y alocuciones en salones y centros de tertulias.
El
17 de marzo de 1921 se casó con su prima María Parra Febres-Cordero, de cuya
unión nacieron tres hijos: Magdalena, el Doctor Gabriel Gonzalo y Roberto José
Picón Parra.
Hizo
sus primeros estudios en Mérida; luego se trasladó a Ossining, pueblo del estado de Nueva York,
Estados Unidos, donde se formó en la Academia Militar; posteriormente regresó a estudiar Ciencias Políticas
en la Universidad de Los Andes graduándose de Abogado en 1916 y de Doctor en 1924. En esta casa de
estudios fue profesor de Derecho
Internacional, Derecho Constitucional y Leyes de Hacienda. Así mismo,
fue Vicerrector en 1923 y Rector entre
1934-1936. Ocupó cargos políticos importantes, entre los que destacan Presidente
de la Cámara de Diputados (1930), Director de Instrucción Primaria, Secundaria
y Normal del Ministerio de Instrucción Pública (1931), Académico de la Lengua
(1935), y durante los gobiernos de los presidentes Eleazar López Contreras y
Medina Angarita, Director de la
Secretaría de la Presidencia de la República (1936-1939); Consejero de la Embajada de Colombia (1942), Director de Política
Internacional de la Cancillería (1944), Ministro encargado de Relaciones Exteriores
(1944-1945) y Presidente de la Delegación General de las Naciones Unidas en
Londres (1946).
Con
su hermano Eduardo Picón Lares fundó el
prestigioso Diario Patria; cofundador
del Diario de Nueva York (1948) con una
columna muy leída por la potencia de sus
discursos y por el elocuente manejo del castellano. Como amante de la historia
e investigador y como consejero en la Embajada de Bogotá, descubrió uno de
los documentos más importantes de
nuestra historia: el proceso a Juan Rodríguez Suárez. Siendo Rector de la Universidad de Los Andes
- 11 junio 1934 al 14 marzo 1936- hizo una gestión muy fructífera en el
ámbito académico y en la reconstrucción del edificio de la
universidad, laboratorios y el museo. Apoyó la investigación con excelentes
resultados. Murió en 1950.
Distrito Pedraza del Estado Mérida, 1904-1909.
Zoraima Guédez Yépez.
DPPAGEM.
El
territorio de los estados que conforman la República Bolivariana
de Venezuela ha variado de acuerdo con diferentes situaciones de orden
político-administrativo. En el caso del Estado Mérida, aun cuando su territorio
se ha mantenido con los mismos límites determinados por la Ley del 28 de abril
de 1856 sobre División Territorial, su espacio ha experimentado algunas
modificaciones, unas de manera provisional y otras permanentes. En 1904, fueron
agregadas nuevas áreasel Estado Mérida, la primera, la parroquia Independencia
en los límites con el Estado Zuliay, la segunda, el Distrito Pedraza en los
límites con el Estado Barinas. La Constitución Nacional
de 1904, en su artículo 3 parágrafo 1, señala “El estado Mérida se compondrá de
los distritos Campo Elías, Libertador, Miranda, Pedraza, Rangel Rivas Dávila, Sucre, Torondoy y Tovar”. Igualmente,
la Constitución del Estado Méridade ese mismo año, confirma esta división
territorial en su artículo 2.El Presidente del Estado Mérida, Santiago Briceño,
organizó la administración pública regional, nombrando, entre otras, las autoridades
del Distrito Pedraza, como Jefe Civil fue designado Valentín Sánchez y los
miembros del Concejo Municipal: Rafael Peña Castro, Valentín Sánchez, Pedro
Montero Tovar, Francisco Benítez, Eleazar Tapia Salcedo, Julio P. Santamaría y
Telésforo Padrón; En el mes de agosto, el Ejecutivo merideño nombró como
Registrador Subalterno a Juan Bautista Cayejo y a Ignacio María Peña, Juez de
Distrito.
Al
unirse Pedraza, -conformado por las parroquia Ciudad Bolivia y Santa Bárbara-al
Estado Mérida, aumentó a nueve el número de distritos y a 43 el de las
parroquias. En 1907, la Asamblea Legislativa decretó la elevación de la aldea
Maporal a parroquia civil bajo la denominación de Páez, en la jurisdicción de
dicho distrito, con ello elevó a 44 el número de parroquias.
La
gestión administrativa desarrollada en esta época se orientó a la apertura de otras
vías de comunicación que permitieran mantener las relaciones comerciales y
sociales entre ambos estados, las cuales se realizaban principalmente por el
camino llamado de Los Callejones, para ello se iniciaron las gestiones para
abrircaminos que permitieran el comercio, por los puntos denominado El Quinó,
San Juan Bautista y Santa Catalina, con el fin de lograr el acceso desde Mérida
a Ciudad Bolivia capital del Distrito Pedraza por considerar que era necesario poner en
comunicación fácil y rápida, ya que de allí se abastecía de ganado y se
requería una vía apropiada para este comercio.Otro ramo que recibió atención
fue la creación de escuelas; en la ciudad de Pedraza, se estableció una escuela
primaria de varones denominada “Escuela del Estado”, teniendo como preceptor al
Pbro. Francisco Antonio Garrido. En 1907 se creó una escuela federal de varones
en la parroquia Santa Bárbara, con Augusto Ruiz Gabaldón como preceptor. La
renta de fomento se invirtió en obras de interés para la comunidad:
construcción de la casa municipal en la parroquia Pedraza y un matadero en la de Santa Bárbara.
Esta
unión duró aproximadamente cinco años, al aprobarse la reforma constitucional
de agosto de 1909, el Distrito Pedraza vuelve a la jurisdicción del Estado
Zamora, hoy Estado Barinas.
La acción cultural y la difusión en los archivos.
Zoraima Guédez Yépez
DPP Archivo General del
Estado Mérida
La participación del
archivero en el rescate, conservación, organización y servicio del
patrimonio documental, adquiere mayor relevancia cuando interviene en el
proceso cultural derivado de esa gestión documental. Al cumplirse 39 años
del decreto que instituye el Día Nacional del Archivero -28 de
marzo-, queremos hacer una reflexión sobre la acción cultural y la difusión de
este Patrimonio, a fin de resaltar la importante labor que deben realizar
los archivos y sus archiveros.
Los servicios que
tradicionalmente prestan los archivos son los de consulta y préstamo de
documentos, dirigidos a satisfacer las necesidades de los usuarios, ya sean
éstos los mismos organismos productores de la documentación, los ciudadanos o
los investigadores. Para desempeñar esta función es indispensable que el
archivo esté debidamente organizado, pues no habrá servicio si no hay organización, en cuyo caso podrá decirse que no existe un
archivo propiamente dicho. Los organismos
productores pueden recuperar los documentos remitidos al archivo con sólo
buscarlos en las relaciones de entrega que acompañan a las transferencias
documentales, y los investigadores y particulares podrán acceder a la
información requerida a través de los instrumentos de descripción documental:
inventarios y catálogos. Sin embargo, existen otros servicios que en los
últimos años han reorientado el papel que deben cumplir los
archivos, relacionados con la acción cultural y la difusión del trabajo y de
los fondos documentales que custodia.
Con estas actividades
los archivos cobran una nueva dimensión cultural dejando de ser entes pasivos
para desarrollar otra importante función: la difusión de la información que
permite cambiar la apreciación tradicional de ser sólo custodios de papeles
viejos para adaptarse a las nuevas tendencias que vinculan el trabajo que
realizan con el de gestor cultural. La difusión podrá hacerse mediante la
publicación de inventarios y catálogos, desarrollando otras actividades
como exposiciones documentales sobre temas específicos o con motivo de
conmemoraciones históricas importantes, mediante simposios, foros,
conferencias, charlas, pasantías, capacitación archivística, asesorías, cursos,
talleres, labor social, visitas guiadas, exposiciones itinerantes, y
actividades pedagógicas en estrecha relación con educadores y la comunidad
organizada.
Milagros Contreras Dávila
DPP Archivo
General del Estado Mérida
De
acuerdo con el objetivo general de la Dirección del PP Archivo
General del Estado Mérida –organizar y preservar el Patrimonio Documental de la
entidad federal- y el Plan Operativo Anual 2012, se realizaron
actividades relacionadas con la descripción documental, la difusión de la
información, capacitación de encargados de archivos, extensión e investigación
histórica y la conservación:
-Descripción: se elaboraron 22 instrumentos de descripción documental que
facilitan la búsqueda de información a investigadores de la
Historia Regional y Local: inventarios de series
documentales, entre otras, Asamblea Legislativa del Estado
Mérida (1900-1954), Sección Despacho Gobernador (1904-1907), Fondo
Justicia (1881-1893), Asamblea Electoral del Estado Los Andes
(1893-1899). Catálogos: entre otras series: Infanticidios
(1811-1863), Heridas (1729-1863), Estupro,
rapto y fuerza (1786) y Concubinato, adulterio e incesto (1779-1863);
compra venta de tierras y esclavos, poderes, fianzas de dotes, libertad de
esclavos, contratos (1747-1772) y el catálogo del tomo 37 de Protocolos
Notariales (1694).
-El Área
de Consulta atendió 4.731 usuarios: Gobernación,
estudiantes, investigadores, historiadores y público en general.
-Extensión: 9 asesorías en organización de archivos, entre otros de TROMERCA,
Concejo Municipio Rangel, Dirección de la Policía, CATEEM, Dirección de
Administración de la Gobernación y Sistema Teleférico. Asimismo, se
realizaron las jornadas “Los archivos y la investigación histórica” junto
con la Escuela de Historia-ULA.
-Capacitación: 10 cursos de Archivística para sensibilizar en materia de
conservación del Patrimonio Archivístico del Estado y enseñar a organizar
archivos de oficina y centrales, así como prácticas de Paleografía
Hispanoamericana a estudiantes de la Escuela de Historia en
lectura e interpretación de escrituras coloniales.
-Servicio Comunitario: se atendieron
estudiantes adscritos a proyectos de de la Escuela de Historia-ULA y
de Documentación e Información de la Misión Sucre.
-Conservación: se elaboraron 1.200 cajas normalizadas de archivo y se encuadernaron nóminas
de empleados de dependencias de la Gobernación.
De manera
muy resumida, fueron las actividades más importantes desarrolladas en el
Archivo General del Estado Mérida en 2012 para el servicio público.
lunes, 16 de julio de 2012
A 214 años del nacimiento del prócer José del Espíritu Santos Marquina
Lic.
Rosana
Rangel Sánchez
Archivo
General del Estado Mérida
El 3 de diciembre de 1974, la Asamblea Legislativa del
Estado Mérida con motivo de celebrarse el 9 de diciembre del sesquicentenario
de la Batalla de Ayacucho y teniendo en cuenta el sentimiento patriótico, máxima
expresión de nacionalidad consideró conveniente dar a la municipalidad de Tabay
la denominación de “Municipio Santos Marquina”, cuna de José del Espíritu
Santos Marquina, quien valientemente participó y combatió en esa batalla. En
ocasión de celebrarse 214 años de su nacimiento, recordar a este insigne hombre
que por su valentía y honor a la patria defendió a costa de su propia vida el
anhelo de un país libre, sin sumisiones ni ataduras con el imperio español. Este
prócer merideño nació el 24 de junio de 1798 en la hacienda “El Salado”; actualmente
La Mucuy Baja, hijo de Alonso Marquina y María Antonia Maldonado. Con tan sólo
15 años decidió ingresar en 1813 a las milicias de Mérida dirigidas por el
General Juan Antonio Paredes. Dos años después, se unió al Ejército Libertador,
específicamente al Batallón de Voltigeros de la Guardia, adscrito a la segunda
División del Ejército de Colombia; en 1825, al Batallón de Junín y en 1830 se
unió a la Comandancia de Armas de la Provincia de Mérida, de la cual se retiró
para dedicarse a su familia, hacienda y trabajos agrícolas. En dos
oportunidades actuó en el ramo judicial como Juez Parroquial y de Paz en Tabay.
Contrajo matrimonio con María Rosalía Maldonado con quien tuvo 8 hijos. Por su
destacada carrera militar el Congreso de Perú le otorgó varios reconocimientos
y condecoraciones. Sin embargo, al momento de su fallecimiento sólo contaba con
una ocasional pensión, la cual no ayudó en mucho a su familia, ya que, seis
años después de su muerte, el 5 de diciembre de 1863, su esposa, debió
solicitar al Juzgado Departamental permiso para vender sus propiedades y así
cubrir las necesidades de sus hijos menores. El Capitán Santos Marquina sirvió
a la patria durante 17 años, buscó su libertad y junto a muchos jóvenes que
participaron en la Batalla de Ayacucho, fueron ejemplo de fortaleza y osadía.