Pesebre con arco. Una tradición que se pierde. Zoraima Guédez Yépez zora27566@yahoo.es Archivo General del Estado Mérida – DPPAGEM Entre las costumbres típicas andinas, que se han preservado a través del tiempo, están las relacionadas íntimamente con las fiestas de la natividad de niño Jesús y suelen presentar fases de amplias proporciones sociales, el pesebre, Belén o nacimiento, las "Paraduras" y el "Robo del Niño" de origen colonial, pero con gran arraigo en la región andina. El nacimiento, más conocido como pesebre se realiza desde finales del mes de noviembre y no se recoge o levanta hasta después del dos de febrero Día de la Virgen de la Candelaria. Es una actividad, esencialmente hogareña, la cual permite y exige la colaboración de todos los miembros de la familia e incluso amigos, constituye un momento de familiaridad. El pesebre es realizado en diversas dimensiones, grandes, pequeños, ostentosos y sencillos. En los pueblos andinos se le dan numerosas formas a los pesebres; muchos obedecen a una mano artística, que crea una obra, cuando realiza las elevadas montañas, profundos valles, ríos y lagunas, el merideño representa en el pesebre el paisajes que le rodea, utiliza en su elaboración lo que la naturaleza le proporciona. Juan de Dios Picón, Presidente de la Provincia de Mérida en 1832, al describir la capital en su Descripción geográfica, política, agrícola e industrial de todos los lugares que se compone la provincia de Mérida de Venezuela, escribió: " Al frente de la ciudad, por el lado del noroeste, se halla la loma de las flores o lagunetas, por algunas pequeñas lagunas que tiene en su cima, cercadas de diversas flores y otras plantas, aromáticas y curiosas con las que se arreglan los arcos y altares de Corpus y pesebres de Navidad.” En toda nuestra región andina, el pesebre con su amplio despliegue de arte popular, es testimonio de fe y timbre de orgullo familiar. Aun cuando la realización del pesebre no sigue una norma establecida la técnica utilizada es similar en todos los hogares. La realización del pesebre en cada hogar constituye una tradición de larga data no sólo en los andes sino en diferentes regiones el país. Se empieza realizando una estructura con troncos, raíces de árboles y cajas de cartón para darle altura. Luego se forra con papel almidonado y pintado, generalmente con óxidos, tintes y polvos de bronce o tierras de color. Sobre este papel se rocía talcos (escama de mica) de diferentes colores y por último brillantina. En el centro del armazón se coloca un nicho o portal con forma de establo; es el lugar principal del pesebre. Anteriormente se adornaba con musgo, líquenes, albricias y flores naturales, pero debido a una disposición legal, el musgo está protegido y su uso prohibido mediante la Resolución N° 00052, publicada en Gaceta Oficial Nº 38.963, de fecha 30 de junio de 2008. Esto ha contribuido a utilizar múltiples alternativas en lugar del musgo natural, tales como: resina, madera, aserrín, cartón, papel reciclado, recortes de telas y costales o talegos, para la decoración de los tradicionales pesebres. Sin embargo, existe una tradición, en algunos lugares, como en el sector El Portachuelo de la parroquia La Mesa del municipio Campo Elías del Estado Mérida, de incluir en la elaboración del pesebre un arco, el cual es adornado con frutas, verduras, pan y queso ahumado, además de almácigos de caraotas, arvejas y maíz como muestra de agradecimiento al Niño Jesús por las cosechas recogidas y por el bienestar presente y futuro de la familia. Esta particular tradición de hacer el pesebre llama mucho la atención por no estar presente en toda la geografía merideña, por ello hemos considerado oportuno hacer una descripción tanto de los materiales que se utilizan como la manera en que se realiza; como una forma de dejar testimonio de esta tradición. En la descripción de la elaboración del arco del pesebre contamos con la colaboración de la señora Ana Altuve, vecina del referido sector, quien nos contó que antes en la comunidad eran diversas las familias que realizaban el arco del pesebre y que en la actualidad muy pocas lo hacen, es una tradición que poco a poco ha ido desapareciendo. De igual manera manifestó que en su casa se realiza éste tradicional pesebre desde la época de sus abuelos; se puede decir que es una tradición familiar de más de cien años. En la elaboración del arco y pesebre participan los miembros de la familia realizando diferentes actividades, vale decir, que además de ella participan los hermanos, hijos, nietos y sobrinos como una forma de involucrarlos en ésta tradición familiar y que la misma permanezca en el tiempo como hasta ahora se ha hecho. Para la elaboración se siguen unas etapas o pasos. Se inicia el segundo domingo de diciembre con la búsqueda de ramas de laurel, y varas de bejuquillo en la montaña aledaña, a fin de tener el material necesario y el tiempo suficiente para preparar las varas. Las mismas son forradas con el laurel formando en las puntas ramos con el fin de adornar el arco; una vez forradas las varas se comienza a armar el arco, se colocan de tal manera que formen un arco de más o menos 1 metro de ancho por 2. 20 metros de alto; otro hecho curioso es que antes el amarrado de las hojas de laurel y los bejucos entre sí se realizaba con cascaron de las plantas de cambur, más recientemente se hace con cabuya o nailon. Tanto el arco como los cuatro postes que lo sostienen son forrados con las ramas de laurel. Una vez armado el arco se procede a colgar las frutas y verduras, en este caso se utilizan cambur verde, piña y auyamas pequeñas. Con las manos de cambur se cubre todo el techo del arco por dentro, y en los postes delanteros se van alternando piñas, auyamas y cambures. En el centro de arco se cuelga una campana, realizada con un pan pintado en forma de rosca o corona del cual penden otros pancitos secos, con forma de animalitos pincelados de rojo y verde, conocidos como pan “piquiao”, y otros cuadraditos cubiertos de azúcar (pan cubierto), este pan se consigue en una sola panadería en Ejido y se pide por encargo. En el centro de la campana se amarra un queso ahumado pequeño. Para finalizar la elaboración del arco se adorna con flores de anime (planta que crece en las montañas, las cuales se utilizan cuando se hace el arco y el día de la paradura se cambian las secas por flores recién cortadas), mulatas (especie de orquídea silvestre) y pancitos “piquiao”. Las frutas y verduras se reparten a familiares y amigos el día de la paradura del niño la cual se realiza los primeros días del mes de enero. El pesebre se realiza de modo que el arco lo cubra pudiendo extenderse fuera del mismo si el área destinada lo permite. En su realización se utilizan troncos de madera, cajas y papel pintado, conocido como papel de pesebre, además de las casitas, ovejas, barba de palo, guichos o bromelias y luces navideñas. Esta era la manera tradicional de realizar el arco y pesebre en diversos lugares de la geografía merideña, sin embargo, estas tradiciones que forma parte de nuestra idiosincrasia como pueblo se van perdiendo por diferentes motivos, está en nosotros rescatarlas y promover o difundir éste legado, porque si las dejamos desaparecer se pierden con ellas el sentido de pertenencia e identidad cultural.

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